martes, 30 de diciembre de 2008

Traición...


¿No puedes llegar a tener idea de lo que he de sentir por ti?

¿Cómo quieres que me exprese, si por cada vez que intento hablarte, termino mirándote furtivamente?, anhelándote - en silencio -, muriéndome, marchitándome sobre estos escombros de miseria.

Y te contemplo con poquedad, y con míseros suspiros – porque lograste quitarme el aire -, es absurdo verdad?...sabes que atada a ti, me tienes - claro está -…pero…qué hay de mí?

¿Yo qué soy? Soy simplemente una sombra que se proyecta bajo tus pies?, Soy aquello que… (Temo decirlo…pero) quieres?

¿Y entonces, por qué quedo absorta ante tal acto de traición del que me he percatado?

Puedo entenderlo, cuán bonita es!…su rostro, es perfecto…su mirada grácil, esos labios que juguetean y tanto te enloquecen, y ese andar tan…tan espléndido.

Y yo…qué es lo que puedes ver en mí?, absolutamente nada.

Nada más, soy la dueña de un manojo de sentimientos que fueron azotados por tu inocente sevicia. Y soy también, los harapos que sobraban de aquellas sábanas - sobre las que cientos de veces – has marcado con actos de lujuria, pero que nunca yo…he llegado a ser, aquella afortunada.

Efectivamente, me he enamorado de algo casi imposible de tocar.

Y sé que cuando te vea venir, no me estarás sonriendo a mí – sino a ella- , no me estarás besando a mí – sino a ella -, no pronunciarás mi nombre – sino el de ella-…

Y por más que le hiciera entender a mi estúpida razón, las razones por las que debería de odiarte y tratarte con sevicia, nuevamente – mi corazón – será el motor de mis acciones y estaré allí, contemplándote…nefasta.

25/11/08

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